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Alerta Sanitaria por elevado consumo del «gas de la risa»

El óxido nitroso, conocido como el gas de la risa, se ha convertido en la droga de moda en Europa, por su bajo coste y popularidad entre los jóvenes, según el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA). En España las autoridades también se encuentran en alerta y se ha advertido de las graves secuelas que puede provocar su consumo. Aunque en nuestro país su utilización no se ha desproporcionado, como en Reino Unido, uno de los países más afectados, se trata evitar el efecto contagio.

¿Qué es el gas de la risa?

Este gas lo utilizan los dentistas y profesionales médicos para sedar a pacientes en intervenciones menores. También se emplea como aditivo alimentario en cremas batidas, y se usa en la industria del automóvil para mejorar el rendimiento del motor. Otro de sus usos es tratar a las personas dependientes del alcohol. El óxido nitroso se clasifica como un anestésico. Produce disociación de la mente del cuerpo (una sensación de flotación), percepciones distorsionadas y, en casos raros, alucinaciones visuales.

Por lo general, se vende en pequeños botes de plata y se inhala. El óxido nitroso afecta a todos de manera diferente, según la cantidad inhalada, el peso y estado de salud del consumidor, el nivel de tolerancia y la interacción con otras sustancias o medicamentos.

Cuáles son los efectos de esta droga?

Los efectos inmediatos de esta droga incluyen :

Euforia
Entumecimiento del cuerpo
Sensación de sedación
Mareos
Risas incontroladas
Descoordinación
Visión borrosa
Confusión
Debilidad
Cansancio

En los casos más graves se podría llegar a producir la muerte súbita.

En caso de una ingesta excesiva, los riesgos son enormes. El efecto del gas puede llevar a una pérdida de presión arterial que puede desencadenar en un desmayo e infarto de miocardio o una hipoxia por falta de oxígeno.

El consumo prolongado puede llevar a efectos secundarios como la pérdida de memoria, déficit de vitamina B12, zumbidos en los oídos, entumecimiento de extremidades, espasmos, depresión, debilitamiento del sistema inmunológico, psicosis o dependencia psicológica.

El informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías llama la atención sobre el papel de las redes sociales en la publicidad y venta posterior de la droga. «Se ha desarrollado una cadena de suministro rentable y en expansión, en la que tiendas especializadas en Internet promocionan directamente el gas para su uso recreativo y lo ofrecen bajo el pretexto de su uso para fabricar nata batida», se advierte.