El fentanilo es una droga de la que cada vez se oye hablar más en nuestro país, por la epidemia vivida en Estados Unidos y por la preocupación ante el aumento de su consumo en España. Se trata de un opioide para tratar el dolor crónico que desde 2011 cuenta con una nueva forma farmacéutica en las formas de liberación rápida, especialistas del sector advierten que el consumo de fentanilo en España alcanza dimensiones que nos pueden hacer hablar de epidemia. Es el fármaco con mayor nivel de mortalidad de todos los fármacos existentes, consecuencia de los efectos secundarios o de las sobredosis.
Uso inadecuado del Fentanilo
El fentanilo inicialmente se destina «a pacientes con dolor oncológico, pero el problema es que se está tratando inadecuadamente. Esta sustancia puede estar bien utilizada «siempre y cuando se observen las pautas correctas de uso pero, fuera de esta indicación, su mala utilización puede generar consecuencias nefastas; dado que, es cuarenta veces más adictivo que la heroína».
La «crisis del fentanilo se ha visto por ejemplo en el gobierno de Donald Trump de 2017, pues ha habido una alerta nacional con respecto a las muertes producidas por este tipo de medicamento» y en referencia a España apunto que «estamos viendo una incidencia muy alta con respecto a las adicciones, sobredosis y muertes que provoca este fármaco».
A diferencia de otro tipo de drogas, el fentanilo es obtenido fundamentalmente en el ámbito sanitario. Esta circunstancia, le concede una peculiaridad muy importante a lo que es una nueva forma de llegar a la adicción, por lo que es necesario alertar desde los ámbitos sanitarios.
Medidad preventivas
No hay un dimensionamiento epidemiológico suficiente en términos de adicción y mortalidad, que es lo que tratan de trabjar desde el ámbito de la sanidad aportando nuevas medidas para poder abordar el control y evitar que la epidemia sea mayor; la formación a facultativos, protocolos de tratamiento del dolor crónico en atención primaria, la mejora de los sistemas de información, generación de alertas, y una mayor coordinación de los niveles asistenciales de los pacientes que requieren asistencia multidisciplinar.