Si acostumbras a tomar alcohol, pero necesitas dejar de lado este hábito debido al uso de medicamentos, evitar la mezcla es la mejor de las actitudes. Incluso el más inofensivo de los medicamentos puede actuar en conjunto con el alcohol.
“El peligro de la combinación de alcohol y algunos medicamentos es real y, a veces fatal. Funciona en múltiples e inesperadas maneras de tener un impacto en la eficacia de un medicamento”, apunta Danya Qato, farmacéutica y doctora en investigación de servicios de salud en la Universidad de Brown, en Providence (estados UNIDOS), a Live Science.
1 – Antidepresivos
Esta puede ser una combinación muy peligrosa. Con los antidepresivos, la preocupación por el consumo de alcohol es que ambos se ralentizan el sistema nervioso central, que afecta el cerebro y afecta a las habilidades de razonamiento y estado de alerta.
Esta combinación también puede hacer que las personas se sientan sonolentas, disminuyendo aún el tiempo del juicio de habilidades, coordinación y reacción. Combinar alcohol y los antidepresivos también puede empeorar los síntomas de la depresión.
Para las personas que toman una determinada clase de antidepresivos llamados inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), es mejor evitar el alcohol por completo.
El alcohol puede interactuar con estos medicamentos y aún causar un aumento peligroso de la presión arterial.
2 – Medicamentos para la presión arterial y el corazón
De acuerdo con la comunidad médica, el alcohol disminuye el efecto de los beta-bloqueantes, medicamentos utilizados por personas que han tenido ataques al corazón o están siendo tratadas para la insuficiencia cardíaca, dolor en el pecho o ritmo cardíaco anormal.
Los expertos recomiendan que las personas que usan estos medicamentos eviten beber alcohol. Para aquellos que toman la enzima convertidora de la angiotensina (inhibidores de la ECA) para controlar la hipertensión o el tratamiento de los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, el alcohol puede causar una caída súbita de la presión arterial.
3 – Medicamentos para bajar el colesterol
Beber de vez en cuando, siempre de forma moderada, no altera la eficacia de los medicamentos para bajar el colesterol conocidos como estatinas. Sin embargo, los médicos ven el problema cuando estos medicamentos son utilizados por personas que tienen un historial de alcoholismo.
Esto porque los daños en el hígado es un efecto secundario potencial del tratamiento con estatinas a largo plazo, y el uso de estatina combinada con recaídas frecuentes de los bebedores pesados puede acabar con el órgano.
El problema es que muchos de los males del hígado no son visibles y casi no causan síntomas, lo que puede resultar en un diagnóstico tardío que puede ser fatal.
4 – Medicamentos para la diabetes
De acuerdo con Danya Qato, las personas que tienen diabetes deben ser conscientes de que el alcohol puede causar niveles bajos de azúcar en la sangre no sólo inmediatamente después de beber, pero también hasta 24 horas después, lo que puede llevar a los efectos secundarios peligrosos.
Uno de estos medicamentos es la metformina, que ha sido asociada con un efecto secundario raro, pero potencialmente grave cuando se toma por alguien que ha bebido demasiado.
Esto aumenta el riesgo de acidosis láctica, lo que provoca una acumulación de ácido láctico en la sangre y puede conducir a síntomas tales como náuseas y debilidad.
Medicamentos utilizados para tratar la diabetes, como la glimepirida y otras sulfonilureias, también en ocasiones pueden interactuar con el alcohol y causar mareos, las náuseas y los niveles extremadamente bajos de glucosa en la sangre, que puede conducir a desmayos y hasta la muerte si la persona no es socorrida a tiempo.
5 – Drogas de reflujo gastroesofágico y la úlcera
Aunque quien tenga problemas como la acidez estomacal puede beber moderadamente, sin sufrir muchos efectos, grandes cantidades de alcohol pueden relajar el músculo entre el estómago y el esófago, lo que aumenta el reflujo ácido. Esto puede producir una sensación de ardor en la parte superior del pecho y un sabor amargo en la boca.
Para aquellos que tienen la úlcera, el problema puede ser aún peor y la lesión de la pared del estómago puede incluso aumentar y llegar a ser más grave, la inhibición de la acción del medicamento.
El alcohol puede irritar y corroer el revestimiento del estómago y el esófago, lo que aumenta la cantidad de ácido.
Por eso, los médicos aconsejan que las personas que tienen úlceras eviten la bebida, ya que agrava el cuadro de acidez, evitando que la medicación utilizada para ayudar a curar la lesión más rápidamente.
6 – Analgésicos
Mientras que el uso moderado de alcohol combinado con analgésicos comunes con la aspirina y el ibuprofeno es generalmente seguro (en exceso puede irritar la pared del estómago), la utilización de otros medicamentos prescritos para el dolor de tomar con alcohol puede ser peligroso.
En el caso del paracetamol, el uso de alcohol moderado y esporádico no lo hace mal, pero el consumo crónico de ambas sustancias puede causar daños irreversibles en el hígado.
El problema mayor está en los medicamentos opiáceos controlados, como el Vicodin (a la hidrocodona, que no es comercializada en Brasil y era el punto débil del personaje principal de la serie House) y el OxyContin.
El alcohol puede aumentar los efectos secundarios sedantes de estos narcóticos, aumentando, así, la fatiga y haciendo que la presión arterial caiga.
Combinar el alcohol con estos medicamentos también pueden afectar a las habilidades de pensamiento y motoras, llevando todavía a problemas respiratorios. Todos los años, muchas de sobredosis graves y a veces fatales — son causadas por la mezcla de alcohol y las drogas en los Estados Unidos.
7 – Pastillas para dormir
El alcohol puede aumentar los efectos sedantes de los medicamentos para dormir, deprimindo las partes del cerebro y causan somnolencia grave y mareos, lo que puede aumentar el riesgo de caídas, lesiones y accidentes de coche.
Beber demasiado, mientras que si toma pastillas para dormir puede reducir la presión arterial a niveles extremadamente bajos, causando dificultad para respirar.
Si bebes y usas este tipo de medicamento, espera por lo menos seis horas antes de tomarlo.