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Los 10 efectos a largo plazo de la adicción a la cocaína

Estos son los principales efectos a largo plazo de la drogadicción por consumo de cocacaína.

La cocaína es una de las drogas más usadas en todo el mundo y, de hecho, hoy en día está relativamente normalizada en círculos sociales que nada tienen que ver con los contextos de marginalidad en los que se suele pensar al tratar el tema de las sustancias adictivas. De hecho, España es actualmente el país europeo en el que más cocaína se consume.

Pero a pesar de su popularidad, este psicoestimulante tiene efectos muy negativos tanto en la salud física como psicológica de la persona. Por ello, es importante comprender los efectos que esta sustancia tiene en el cuerpo y en la mente de las personas, y las implicaciones de su consumo continuado durante periodos relativamente largos.

¿Cuáles son los principales efectos a largo plazo de la adicción a la cocaína?

En las últimas décadas el consumo de cocaína está aumentando en los países occidentales y los consumidores cada vez son más jóvenes, lo que constituye un verdadero problema de salud pública que se perpetúa debido a las dinámicas sociales de normalización e imitación. De hecho, en algunos entornos sociales se ha llegado a romantizar el uso de esta droga, que pasa a ser vista como un componente más de un estilo de vida basado en el sacrificio y la necesidad de dar lo máximo de uno mismo para alcanzar todas las metas profesionales que uno/a se propone.

Pero más allá de esta manera interesada de ver el consumo de una droga muy nociva, la realidad es que la cocaína produce problemas significativos, algunos de los cuales son subestimados simplemente porque se desarrollan en una escala temporal de largo plazo y, por ello, no son tenidos tanto en cuenta.

A continuación presentamos de manera resumida los principales efectos a largo plazo que conlleva un consumo continuado de cocaína.

Insomnio

El insomnio crónico y los problemas para dormir normalmente son uno de los principales síntomas que muestran las personas que realizan un consumo continuado de cocaína durante varios meses o años.

Esta dificultad para dormir está relacionada con los efectos activadores que tiene la droga en el organismo, que desarrollan en la persona una sensación continuada de euforia e hiperactivación nerviosa.

Patrones de alimentación dañino

El apetito de las personas que llevan tiempo consumiendo cocaína se expresa de una manera alterada y dominada por la impulsividad, algo que puede ocasionar verdaderos problemas de salud a largo plazo, normalmente más relacionados con la malnutrición que con la desnutrición.

Alteraciones cardiovasculares

El apetito de las personas que llevan tiempo consumiendo cocaína se expresa de una manera alterada y dominada por la impulsividad, algo que puede ocasionar verdaderos problemas de salud a largo plazo, normalmente más relacionados con la malnutrición que con la desnutrición.

Trastornos psicóticos

El consumo continuado de cocaína puede ocasionar a largo plazo la aparición de trastornos psicóticos: esquizofrenia, las ideas paranoides de persecución o de grandeza, alucinaciones auditivas, etc.

Esta aparición de trastornos psíquicos se debe al daño continuado que ejerce un consumo a largo plazo de cocaína en determinadas estructuras del cerebro humano, cuyas consecuencias son verdaderamente devastadoras, ya que cambian por completo la personalidad de quien introduce la droga en su organismo con regularidad.

Alteraciones respiratorias

El consumo continuado de cocaína puede ocasionar a largo plazo la aparición de trastornos psicóticos: esquizofrenia, las ideas paranoides de persecución o de grandeza, alucinaciones auditivas, etc.

Esta aparición de trastornos psíquicos se debe al daño continuado que ejerce un consumo a largo plazo de cocaína en determinadas estructuras del cerebro humano, cuyas consecuencias son verdaderamente devastadoras, ya que cambian por completo la personalidad de quien introduce la droga en su organismo con regularidad.

Alteraciones emocionales

Son muchas las alteraciones emocionales que pueden llegar a sufrir las personas que consumen esta droga durante un largo tiempo, ya que la cocaína tiene un efecto destructivo tanto en la psique de la persona como en su salud física.

Las principales alteraciones psicológicas o emocionales del consumo continuado de cocaína son un mayor riesgo de desarrollar depresión, ansiedad, o cambios bruscos de humor.

Alteraciones menstruales

El consumo continuado de cocaína ha demostrado ser causante de una gran variedad de alteraciones menstruales en las mujeres. El consumo de cocaína continuado en mujeres puede tener como consecuencia una alteración hormonal que acaba traduciéndose en cambios en el ritmo menstrual.

Alteraciones sexuales

La impotencia sexual en los hombres también es una característica clásica de un consumo continuado de cocaína, en especial la aparición de casos de disfunción eréctil o de erección dolorosa.

Además de eso, también podemos encontrar síntomas como la pérdida de deseo sexual causada por el dolor o la imposibilidad de mantener una relación sexual continuada.

Alteraciones gastrointestinales

El consumo de cocaína a largo plazo también tiene un efecto devastador en el aparato gastrointestinal de la persona que realiza dicho consumo continuado.

Entre las principales afectaciones gastrointestinales que afectan a la salud del individuo podemos encontrar la hemorragia digestiva, la perforación de víscera hueca, y la colitis isquémica.

Mayor riesgo de contraer enfermedades

Como sucede en la mayoría de adicciones químicas, el consumo continuado de cocaína también expone a la persona a un mayor riesgo de contraer determinadas enfermedades, debido al estilo de vida al que se exponen las personas con una adicción.

Algunas de las enfermedades más habituales suelen ser el VIH o la Hepatitis (en caso de administración intravenosa), enfermedades pulmonares como la neumonía o reacciones alérgicas graves.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

El momento de buscar ayuda profesional ante el consumo de cocaína es cuando el uso de esta droga se ha convertido en una rutina. Esto implica que no es necesario esperar a tener consciencia de que se ha desarrollado una adicción, ya que en la práctica, este tipo de trastornos empiezan antes. Si el consumo de cocaína no es diario pero forma parte de la cotidianidad y de los hábitos semanales, lo más probable es que ya exista un problema y que la enfermedad haya empezado a instaurarse y a afectar las dinámicas biológicas y psicológicas sobre las que funciona la persona.

Artículo publicado en psicologiaymente.com