La adicción fue considerada durante mucho tiempo como una debilidad moral o una falta de fuerza de voluntad.
Por el contrario, actualmente es reconocida como una enfermedad crónica con cambios cerebrales específicos. Así como la enfermedad cardíaca afecta el corazón y la hepatitis, el hígado, la adicción afecta el cerebro, lo secuestra.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. La adicción afecta no solo el comportamiento de una persona, sino también su cerebro y su salud en general.
El cerebro de una persona adicta se comporta de manera diferente debido a cambios neuroquímicos y estructurales que ocurren con la exposición repetida a la sustancia o comportamiento adictivo. Algunos de los aspectos clave del comportamiento del cerebro adicto incluyen:
Recompensa y Placer:
Las sustancias adictivas y los comportamientos adictivos a menudo activan el sistema de recompensa del cerebro. Esto conduce a la liberación de dopamina, un neurotransmisor que provoca sensaciones de placer y recompensa. La persona experimenta una sensación de bienestar que busca repetitiva.
Tolerancia:
Con el tiempo, el cerebro se adapta al uso repetido de la sustancia o actividad adictiva, lo que significa que necesita cantidades cada vez mayores para experimentar el mismo efecto deseado. Esto conduce a un aumento en el consumo.
Síntomas de Abstinencia:
Cuando la persona intenta dejar de consumir la sustancia o de llevar a cabo la actividad adictiva, puede experimentar síntomas de abstinencia, que son reacciones físicas y emocionales desagradables, como ansiedad, irritabilidad, temblores y otros síntomas.
Pérdida de Control:
La persona adicta a menudo pierde la capacidad de controlar su consumo o comportamiento, a pesar de los problemas que esto pueda causar en su vida, como problemas de salud, relaciones y trabajo.
Búsqueda Compulsiva:
La adicción conduce a una búsqueda compulsiva de la sustancia o actividad adictiva, a menudo a expensas de otras responsabilidades y actividades.
Cambios en la Toma de Decisiones:
La adicción puede alterar la capacidad de una persona para tomar decisiones racionales y considerar las consecuencias a largo plazo, ya que la necesidad inmediata de satisfacer el deseo adictivo toma el control.
Cambios en la Estructura y Función del Cerebro:
La adicción puede alterar la estructura y la función del cerebro, lo que puede hacer que la persona sea más susceptible a recaídas incluso después de un período de abstinencia.
Es importante comprender que la adicción es una enfermedad médica que afecta a la mente y el cuerpo. El tratamiento generalmente involucra una combinación de terapias, apoyo social y, en algunos casos, medicamentos, para ayudar a las personas a superar la adicción y recuperar el control de sus vidas. La comprensión de cómo funciona el cerebro en la adicción es fundamental para el desarrollo de estrategias efectivas de prevención y tratamiento.