Iniciar el consumo de drogas es una elección voluntaria, pero con el tiempo, el uso continuado puede llevar al desarrollo de una dependencia física y mental. Este proceso implica que el organismo requiere dosis cada vez mayores para alcanzar los mismos efectos que antes, atrapando al individuo en un ciclo de consumo creciente.
Esta dinámica empuja al adicto a enfocarse en una serie de acciones destinadas a obtener y consumir más droga, utilizando la sustancia no solo para experimentar sus efectos sino también para mitigar las dificultades de la vida y los efectos adversos de la propia droga. En este proceso, comportamientos antes considerados inaceptables pueden empezar a parecer normales o justificables.
El reconocimiento de un problema con las drogas es complicado y puede llevar años. A menudo, la persona adicta se engaña a sí misma y esconde las consecuencias negativas de su consumo tanto de sí misma como de los demás. Generalmente, es en los momentos más bajos cuando se reconoce el problema y se busca ayuda.
¿Qué significa ser adicto a las drogas?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Es importante distinguir entre la dependencia física y química de las drogas y la adicción. Una persona puede desarrollar dependencia de una sustancia sin necesariamente ser adicta.
El consumo de drogas altera la función cerebral normal, modificando la química cerebral y afectando los neurotransmisores, que son los mensajeros químicos responsables de las sensaciones y emociones. Por ejemplo, muchas drogas actúan sobre los centros cerebrales de placer y recompensa, incrementando niveles de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, creando la sensación de euforia. Este proceso también puede disminuir las inhibiciones, aumentando la sociabilidad y afectando la toma de decisiones, lo que a menudo lleva a los adictos a situaciones de riesgo, como conducir bajo la influencia.
Uso, abuso y dependencia de drogas
No todas las personas que consumen drogas desarrollan adicción. Existen tres categorías para entender la relación con las sustancias:
- Uso: Consiste en un consumo que no tiene un impacto directo negativo en la persona. Generalmente son las primeras experiencias con la sustancia.
- Abuso: Se caracteriza por un patrón de consumo que genera consecuencias negativas visibles tanto para el individuo como para su entorno. Aquí se establece un patrón de consumo, aumentando en frecuencia y cantidad.
- Dependencia: El consumo se vuelve regular y necesario para afrontar la vida cotidiana. En esta etapa, la persona puede intentar dejar la droga sin éxito y es consciente de los problemas que le causa.
Comprender estas categorías es crucial para identificar y abordar los problemas relacionados con el consumo de drogas.
Señales comunes de adicción
Identificar una adicción puede ser desafiante, pero hay señales clave que pueden indicar la presencia de un problema.
Estas incluyen:
- Consumo de la sustancia a solas
- Utilizar la droga como mecanismo para afrontar situaciones difíciles
- Depender de sustancias para interactuar socialmente
- Descuidar obligaciones laborales o familiares
- Desatención al cuidado personal y a la higiene
- Cambios emocionales notables
- Frecuente falta de honestidad
- Búsqueda constante de escapismo
- Comportamientos obsesivos
- Irritabilidad persistente
Hablar de la adicción
Hablar sobre la adicción con un ser querido es delicado y requiere sensibilidad. Aquí algunos consejos:
- Eligir el momento adecuado: Busca un momento tranquilo y sin distracciones.
- Comunicación empática: Habla desde la preocupación y el cariño, evitando acusaciones o juicios.
- Escucha activa: Estar dispuesto a escuchar y entender su perspectiva.
- Ofrecer apoyo: Muestra disposición para ayudar y explorar juntos las opciones de tratamiento.
Buscar ayuda profesional
La adicción a menudo requiere intervención profesional. Esto puede incluir terapia, programas de tratamiento, grupos de apoyo y, en algunos casos, medicación. Es fundamental buscar orientación de expertos en adicciones para un enfoque de tratamiento integral.
La adicción es un desafío significativo, pero con el apoyo adecuado y el tratamiento profesional, la recuperación es posible. Reconocer las señales y buscar ayuda temprana son pasos cruciales en el camino hacia la recuperación. Recordemos que la comprensión, la empatía y el apoyo pueden marcar una gran diferencia en la vida de alguien que enfrenta una adicción.